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Pintar radiadores es una tarea que, antes o después, toca hacer en una casa, especialmente cuando los elementos de nuestro sistema de calefacción son de hierro o chapa. También los radiadores de aluminio pueden requerir una mano de pintura cuando han ido amarilleando o tienen manchas difíciles de limpiar. En este artículo vas a descubrir cómo pintar radiadores con los productos adecuados, es decir, con pinturas y esmaltes capaces de soportar el calor y el cambio brusco de temperaturas que caracteriza a estas piezas. Y verás también cómo los radiadores pueden decorarse con pintura, pintándolos en el mismo tono de las paredes. ¿Preparado? Pues vamos allá.
Los radiadores son una presencia inevitable en la mayoría de las casas de nuestra geografía. Si bien en algunos viviendas se han ido sustituyendo por sistemas de calefacción con suelo radiante o bombas de calor, lo cierto es que la mayoría de las instalaciones alimentadas por combustibles fósiles, leña o pellets, emplean radiadores para distribuir el calor por las diferentes estancias.
Por esa razón, y porque son tan visibles (lo ideal es dejarlos despejados para que rindan mejor), los radiadores necesitan estar en buen estado de revista por estética y por funcionamiento. Esto implica, inevitablemente, unas tareas de mantenimiento mínimas: revisarlos para que estén libres de fugas, purgarlos cada nueva temporada de calefacción y pintarlos cuando lo necesiten. Hay quien aprovecha la presencia de pintores para repasar paredes, techos y también radiadores. O quizá (puede ser tu caso), hay quien se anima a darles una mano de pintura. Cualquiera que sea tu caso, vamos a resolver todas las dudas sobre pintar radiadores…
Cómo desmontar el radiador
Antes de aplicar la pintura, es necesario preparar el radiador. Si bien hay aficionados que solo le dan pintura en su parte externa, lo ideal es desmontarlo cuidadosamente. Estas son las precauciones que debes tomar para retirar el radiador de la pared:
- Apaga la calefacción (o haz la tarea en primavera o verano).
- Cierra la llave de paso del agua hacia el radiador.
- Toma una llave inglesa para aflojar las tuercas que unen radiador y tubos de calefacción. Debes tener listo un recipiente debajo para poder recoger el agua que caiga. Los radiadores pequeños contienen unos 5 litros de agua, pero los más grandes pueden tener en su interior hasta 15 litros.
- Retira el radiador levantándolo cuidadosamente.
La limpieza antes de pintar
Para que los resultados del trabajo sean óptimos, es necesario limpiar bien el radiador antes de pintarlo. Hay que eliminar el polvo, y los restos de grasa y suciedad que se hayan podido acumular. Lo ideal es hacerlo con una bayeta húmeda, agua tibia y detergente o amoniaco diluido. Quizá necesites emplear también un producto quitagrasa de cocina. Seca con un trapo y espera a que se evapore por completo la humedad.
Lijado e imprimación de los radiadores
Busca un espacio de la casa adecuado para hacer tu trabajo, preferentemente un lugar con buena luz y que esté bien ventilado, idealmente, una terraza o patio.
Para conseguir una superficie con un buen agarre, es importante lijar toda la superficie del radiador. No es imprescindible eliminar por completo la pintura, pero sí la textura brillante y suave, para conseguir un soporte áspero. Además, hay que eliminar el óxido si ha aparecido.
Después, necesitas limpiar de nuevo el radiador para retirar el polvo y las capas de pintura que hayan podido salir con el lijado. Seca otra vez concienzudamente.
Ahora toca sellar bien la superficie con una imprimación preparada para resistir las altas temperaturas que alcanzan los radiadores. Si hay zonas oxidadas, mejor usar un producto imprimador que resista la corrosión. Deja secar según las recomendaciones indicadas en el envase.
Qué producto usar para pintar radiadores
Las pinturas para radiadores deben contar con algunas características, entre las cuales, las más importantes son estas tres:
- Resistencia al calor.
- Base acrílica.
- Dureza frente a golpes y arañazos.
¿Qué pintura reúne todos estos requisitos? La pintura de radiadores Bruguer es una de las opciones que solemos recomendar en nuestra tienda de pinturas en Madrid.
Se trata de un esmalte acrílico de gran calidad, que cuenta con las siguientes ventajas:
- Excepcional blancura, que no amarillea.
- Resistente al calor (aguanta hasta 120°C).
- Sin olor.
- Totalmente lavable
- Secado rápido.
Si lo prefieres, y tienes pocos radiadores que pintar, también existe una fórmula de pinturas en aerosol: es la pintura en spray para radiadores de Rust-Oleum.
Tiene varias ventajas clave:
- Resiste el calor y la humedad.
- Es lavable.
- Previene el amarilleamiento.
- Protege contra el óxido.
También es posible pintar radiadores con Intelligent Eggshell de Little Greene.
Estas son sus características:
- Acabado suave y de bajo brillo.
- Respetuosa con el medio ambiente y segura para habitaciones de niños.
- Base agua.
- Totalmente lavable.
- Adecuada para radiadores y tuberías.
Cómo pintar radiadores paso a paso
Mezcla bien la pintura, agitando el bote antes de abrirlo, y después con una palito de madera liso o con un taladro dotado de accesorio mezclador si lo ves necesario.
La pintura se aplica con brocha, en dos capas, por toda la superficie. Hay brochas especiales para radiadores, de forma acodada, que ayudan a pintar de forma más sencilla en las zonas más difíciles de acceder.
Hay quien prefiere la pintura en spray para radiadores. En ese caso, hay que agitar el bote muy bien (durante unos cuantos minutos), y aplicar el producto a una distancia de entre 15 y 20 cm, con movimientos suaves para que la pintura se extienda de modo uniforme y no vaya a parar toda al mismo sitio.
Después hay que esperar a que se seque, según las indicaciones del envase, y dar una segunda capa, que será la que consiga ese aspecto lacado y uniforme de los radiadores nuevos.
Sigue los pasos anteriores y esta vez deja secar al menos 24 horas para volver a poner la calefacción.
Decorar radiadores a tono o en contraste
Las modernas tendencias en diseño de interiores han decidido aliarse con los radiadores en vez de ocultarlos. Así, es posible crear una pared de impacto pintando un radiador en el mismo tono que el resto. O todo lo contrario… En algunos casos, es posible crear un contraste original y vibrante, pintando el radiador en un tono complementario, que potencie la paleta de colores elegida para un determinado espacio. El gris y el negro, además del clásico blanco o marfil, son opciones ideales también para los radiadores clásicos de hierro.
Ahora que ya sabes cómo pintar radiadores y qué productos usar, te animamos a que te pongas a la tarea. Como ves, es fácil si sigues nuestros consejos y utilizas los esmaltes para radiadores y los útiles adecuados. ¿Necesitas pintura para radiadores? Nuestra tienda de pinturas online, Pinturas Sanguino, está siempre abierta para que puedas comprar las pinturas para tu casa de forma cómoda, a golpe de clic.





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